¿El estrés te hace ganar peso?

Atascos. Plazos de trabajo inminentes. Discusiones acaloradas en casa. Cada día, todos tenemos que lidiar con situaciones que nos aprietan el puño y nos hacen palpitar el corazón: el estrés es una parte ineludible de la vida.

Si te sientes estresado a menudo, estás en buena compañía. Una enorme 74% de las personas en el Reino Unido afirman sentirse tan estresados que se sienten abrumados o incapaces de hacer frente a la situación. Esto no sólo es importante por los efectos en la salud mental: el estrés también afecta a nuestra salud física. Y uno de esos efectos físicos puede ser el aumento de peso.

A estas alturas, la relación entre el estrés y el exceso de comida no es precisamente un secreto. De ahí viene la expresión “comer por estrés”. Pero, ¿por qué el estrés puede secuestrar nuestro comportamiento de esta manera?

Analizamos la ciencia que subyace al estrés y al aumento de peso, junto con formas prácticas de abordar el problema.

¿No es el estrés lo que provoca el aumento de peso? pérdida de peso?

Antes de entrar en materia, ¿no es el estrés el que nos hace perder los kilos, no el que nos los hace ganar? Al fin y al cabo, el NHS enumera el estrés como posible factor de pérdida de peso involuntaria.

Hay una conexión definitiva entre el estrés y el apetito, pero esa conexión no es igual para todos.

El estrés hace que algunos de nosotros ignoremos las señales de hambre y nos abstengamos de comer. En particular, es el estrés “agudo” a corto plazo el que tiende a a apagar nuestro apetito. En caso de estrés agudo, el sistema nervioso indica a las glándulas suprarrenales que bombeen adrenalina, la principal hormona de la respuesta de “lucha o huida”. Además de provocar que nos pongamos tensos, la adrenalina también puede acelerar nuestro metabolismo.

Pero cuando estamos estresados durante largos periodos, a veces el problema es justo el contrario.

¿Cómo provoca el estrés el aumento de peso?

Es sobre todo el estrés “crónico” a largo plazo el que nos empuja a buscar alimentos ricos en grasas y azucarados. Una vez ingeridos, estos alimentos amortiguan nuestras emociones. También está demostrado que los alimentos dulces son más atractivos cuando estamos estresados que cuando no lo estamos. Entonces vinculamos estos “alimentos reconfortantes” con el alivio emocional, preparando el camino para futuros antojos y aumento de peso.

Pero no todo el mundo es susceptible. Este círculo vicioso suele arraigar en las personas más sensibles a los efectos del cortisol, la principal hormona del estrés crónico. Un estudio británico descubrió que, en respuesta a las “molestias diarias”, las personas que reaccionan fuertemente al cortisol se sienten más tentadas por los aperitivos.

Sin embargo, para otros, el estrés provoca un aumento de peso de forma indirecta. Por ejemplo, puede llevarle a descuidar el sueño o el ejercicio, ambos hábitos vitales para mantener el peso.

Y para los que son partidarios de beber en momentos de estrés, conviene recordar lo calórico que es el alcohol. Sólo una pinta de cerveza al 5% de graduación contiene 239 calorías, el lo mismo que una barra de Mars.

Cómo dejar de ganar peso por el estrés

Tal vez ahora te estés preguntando cómo frenar los antojos inducidos por el estrés. No hay una respuesta única, pero en general es una buena medida prevenir el estrés en primer lugar. Cuanto más relajado te sientas, más controlado estarás cuando llegue la hora de la verdad.

Dicho esto, aquí tienes cuatro actividades probadas para eliminar el estrés que puedes explorar:

  • Conexión. Saca tiempo para estar con tus amigos, tu familia y cualquier persona que te apoye: no tienes por qué enfrentarte al estrés solo.
  • Terapia de conversación. Aunque no sufras ansiedad clínica, depresión o un trastorno alimentario, prueba a contratar a alguien que te escuche para resolver tus problemas.
  • Ejercicio. Ya sea yoga, natación o caminar, alguna forma de movimiento puede tener un impacto notable en tu estrés.
  • Meditación. La meditación no sólo te tranquiliza, sino que también te pone a tono con los antojos y te hace más consciente de cuándo es el momento de dejar de comer.

Cuando se trata de estas actividades, no tienes que hacerlas todas a la vez. Evita el perfeccionismo empezando despacio con el área más relevante, y comprométete a hacer un esfuerzo constante.

Nuestra recomendación

Sentirse estresado forma parte del ser humano y, para muchos, desencadena el comer en exceso como un intento de controlar las emociones turbulentas. Pero si tu objetivo es eliminar este hábito, o perder peso, necesitas dominar tu relación con el estrés. Encuentre la manera de mantener la calma y la tranquilidad, y su viaje de pérdida de peso será mucho más suave.

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